Observar les fronteres, veure el món

2011, 352 pp.

El título de este libro evoca las palabras de Pierre Vilar cuando decía que «es en las fronteras donde mejor se conoce la historia del mundo». El acto de conocer y observar, la paciencia de ver y comparar son el mayor fundamento de las aportaciones de este libro. Y es que bien entredos en el siglo XXI, y a pesar de la potenciación de las esferas transfronterizas en Europa, las fronteras estatales aún marcan e indican criterios aleatorios y discriminatorios según los territorios. La cuestión fronteriza es vista desde ángulos tan diferentes como la historia, la economía, el arte, la arquitectura, la sociología, la geografía o el paisaje. Los espacios de frontera, si son políticos, conviven con la sensación de ser fronteras «inacabadas». Por eso, navegando entre miradas entrecruzadas, se trata de saber cuáles son estos espacios de frontera en Europa y qué Europa se quiere: la Europa de las fronteras acabadas y estatales o bien la Europa donde los espacios de frontera no son un problema sino un hecho «aprovechable». Aún más, se ve como se mantiene la proyección internacional de las fronteras desde Europa, en relación a su pasado y a su presente más político y social. Las perspectivas nacionales son siversas, como también lo son los análisis temporales y temáticos. Partiendo de una primera aproximación a las fronteras del siglo XXI en las vertientes geográfica, pedagógica o política, se estableces cuáles son y por qué hablamos de espacios de frontera a partir de diversos ejemplos, tanto territoriales como lingüísticos y sociológicos. Asimismo, el libro se adentra en un apartado histórico a fin de definir los límites de las fronteras, tanto físicas como mentales. De Europa a América, pasando por Ánfrica, Observar les fronteres, veure el món es una apuesta por la renovación de las miradas pluridisciplinarias e internacionales a partir de casos particulares.