Identitat(s) a la cruïlla. Valencianitat i reptes territorials

Identitat(s) a la cruïlla. Valencianitat i reptes territorials —el tercero de la serie «Pensar el País Valenciano», que promueven la Fundació Nexe y la Associació Cívica Valenciana Tirant lo Blanc— aborda los desafíos de base territorial que tiene que afrontar en nuestro tiempo, para subsistir, la identidad histórica valenciana. Han contribuido doce autores y autoras, desde diversos campos de conocimiento y de experiencia. El libro se estructura en tres partes. La primera se ocupa de la dualidad etnolingüística que supone la existencia de unas comarcas históricamente castellanohablantes en un país en que la mayor parte del territorio es históricamente valencianohablante. La segunda se aproxima a la triplicidad que han creado las provincias decimonónicas en la percepción que la gente de este país tiene de su realidad. Y la tercera trata de la unicidad valenciana: del patrimonio y las instituciones comunes que todavía hoy hacen posible que nos consideremos valencianos, y que queramos ver esta identidad proyectarse hacia el futuro.

Valencianos «del Sénia al Segura» o «valencianos, alicantinos y castellonenses»? Valencianos también, los de las comarcas históricamente castellanófonas, o más bien «aragoneses, castellanos, murcianos»? La identidad histórica valenciana, forjada en los últimos momentos de la Edad Media, quedó tocada con la supresión de aquel marco institucional a raíz de la Nueva Planta. Entonces surgieron otros sentidos de la palabra «valenciano». Aquello de ser «valenciano» en el sentido amplio iba camino de pasar definitivamente a la historia. Hoy los valencianos volvemos a compartir un marco institucional, unas instituciones de autogobierno que no pueden tener otro cimiento que aquella identidad maltratada; que sin la valencianidad histórica no tendrían razón de ser. El sentido originario de la palabra «valenciano» ha recobrado así actualidad. Además, los últimos años, el valencianismo ha empezado a conseguir el objetivo de dotar nuestra sociedad de un perfil político propio. Pero como, por otro lado, las tendencias disgregadoras están lejos de haber desaparecido, encontramos la sociedad valenciana actual indecisa entre hacer nuevos pasos hacia la disolución o emprender con decisión el camino de la recuperación y la consolidación. El libro contribuye a actualizar la reflexión desde el valencianismo sobre aquello que, al final, delimita y hace posible la sociedad valenciana: su misma condición de «valenciana».