Ofici de moralista

"Ofici de moralista" no es el libro de un moralista y no contiene ninguna lección moral. Pero es una verdad universalmente conocida que todos los ensayos y todos los ensayistas tienden a ejercer —al menos a tiempo parcial— el oficio de moralista, tanto si lo consiguen como si dan un poco de pena. "Ofici de moralista" es un libro que querría situarse entre el dietario, el diccionario para ociosos y el cajón de sastre. Recoge anotaciones de los últimos cinco años en las cuales el lector puede pararse y leer ordenadamente, o saltarlas sin ningún orden preciso. Quizás el azar actuará de guía y retendrá la lectura. El libro, pues, se despliega sin el «dogal de la cronología». Pero la cronología invade el libro. Escribir ensayo hoy en día obliga a pensar en las condiciones de producción y consumo del ensayo, del pensamiento. Si nunca ningún escritor ha sido una isla, ahora el mundo es una red donde quedar atrapado y perdido. Observar el mundo y escribirlo es un acto de defensa y de contestación. O tendría que serlo. Literatura, historia, ciudades y paisajes de la memoria se entrelazan entre obsesiones y dudas. La primera persona, pero, es solo una excusa para hablar de un mundo, el nuestro: ahora y aquí. "Ofici de moralista" se le ha vuelto un poco triste al autor. Pero tampoco podemos culparlo mucho. Un moralista contento sería a estas alturas una bestia insoportable.

Ferran Archilés Cardona es historiador y escritor, además de profesor de Historia Contemporánea en la Universitat de València. Como investigador se ha dedicado al estudio de las naciones y los nacionalismos. Entre otros trabajos, es autor de "Una singularitat amarga. Joan Fuster i el relat de la identitat valenciana" (Afers, 2012) y coordinador de "Inventar la nació. Cultures i discursos nacionals a l’Espanya contemporània" (Afers, 2017). Ha publicado el dietario " Dues o tres pintes més tard. Notes disperses 2012-2014" (2019), galardonado con el premio Josep Vicent Marqués de ensayo de 2018, y el libro de poemas "Mala memòria" (2011), galardonado con el premio Manel Garcia Grau de 2010.