Mal jueu

Con veintiséis años descubrí que mi abuelo era un héroe cuando leí su libro sobre el gueto de Minsk, donde había fundado una red de resistencia. De retorno en Polonia, después de la guerra, acabó emigrando a Israel: murió. La pasión de su vida era el comunismo.
Mi padre también se fue de Polonia después de la represión contra los estudiantes de marzo de 1968 y la oleada de antisemitismo. Se convirtió en una figura principal del movimiento democrático al extranjero. La pasión de su vida es su país.
Yo llegué a Israel como corresponsal del diario Le Monde en 2014. Fui testigo de la tensión identitaria de la democracia, del aumento de la intolerancia y de la polarización del debate público. En el momento de dejar el país, escribo este relato que es un viaje al fondo de la lealtad: a qué tenemos que ser fieles?
Este libro atraviesa nuestras trayectorias, marcadas por el borrado común de nuestros orígenes. En este tiempo de asignación identitaria, somos malos judíos.
P.S.
Nacido en 1974, Piotr Smolar es reportero. Después de publicar Gloubinka, promenades ave cour de la Russie, este es su segundo libro.