978-84-16260-64-5
Novedad
L'exili perdurable. Epistolari selecte
2019. 330 pp
Advertencia: ¡Últimos artículos en inventario!
Disponible el:
Domènec Guansé tejió, entre 1950 y 1978, una extensa red epistolar con corresponsales del interior y del exilio republicano. Irónicas y penetrantes, sus cartas revelan la nostalgia de un tiempo perdido —el de la anteguerra— y la voluntad tenaz de contribuir a la reconstrucción de los pilares demolidos de la cultura catalana, en Santiago de Chile o, a partir del retorno el 1963, en Barcelona. Consagrado en cuerpo y alma a la literatura, Guansé escribe su epistolario para luchar contra las adversidades y las limitaciones de la distancia o de la carencia de libertades, para afianzar una continuidad cultural profundamente malograda después de la débâcle del 1939 y, cuando menos, para conjurar la sensación de «exiliado permanente» que tuvo tanto en la capital chilena como la catalana. El exilio perdurable reúne una selección de las cartas que Guansé envió a figuras destacadas del mundo de la política, las letras y la cultura catalanas del siglo XX: Xavier Benguerel, Roser Bru, Josep Ferrater Mora, Joan Oliver, Vicenç Riera Llorca, Josep Tarradellas o Rafael Tasis, entre muchos otros. Con el relato autobiográfico que urde, Guansé deja testigo de las penurias profesionales como crítico y escritor, y de la reanudación —tímida, pero irreducible— de la vida literaria durante casi tres décadas. Espacio para la confidencia y la memoria, este epistolario acontece una crónica colectiva de un país y de una cultura que tuvieran que revivir de las cenizas de una derrota de consecuencias incalculables.
Crítico, novelista y dramaturgo, Domènec Guansé (Tarragona 1894-Barcelona 1978) es considerado uno de los periodistas culturales catalanes más relevantes del siglo XX. Empezó a colaborar de la mano de Antoni Rovira i Virgili, que en 1924 le encargó la sección de crítica literaria en la Revista de Catalunya y, en 1927, le ofreció una columna diaria de opinión a La Nau. Durante el periodo de entreguerras, se especializó como crítico literario y teatral en publicaciones de prestigio como por ejemplo D’Ací i d’Allà, Mirador, La Publicitat o La Rambla. Publicó también las primeras novelas (Les cadenes d’Eva, 1932; Una nit, 1935) y piezas dramáticas (El fill de la Ninon, 1934; Volia ser feliç, 1936; Una noia és per a un rei, 1937). Obligado a emprender el camino de la diáspora el 1939, se estableció en Santiago de Chile, donde fue el alma de la revista Germanor. En el exilio dio a conocer La pluja d’or (1950) i Laberint (1952), además de un ensayo modélico: Retrats literaris (1947). De retorno a Barcelona en 1963, escribió las biografías de Margarida Xirgu (1963), Pompeu Fabra (1964) y Anselm Clavé (1966).
No hay reseñas de clientes en este momento.