Autobiografies, memòries, autoficcions

2011. Prólogo de Joaquim Espinós, 392 pp.

La literatura memorialística, que hasta hace poco ocupaba un lugar subsidiario dentro del panorama literario general, ha ido poco a poco revirtiendo esta situación. De hecho, uno de los fenómenos más interesantes dentro del panorama de la literatura catalana reciente ha sido el auge de la llamada literatura del yo. Memorias, autobiografías, biografías, epistolarios, y diarios han ido haciéndose un rincón en las librerías, y han aproximado algo más las letras catalanas a esta normalidad que, según Josep Pla, pasa necesariamente por la existencia de una prosa no ficcional solvente. En este volumen se congregan algunas de las voces más significativas de los estudios sobre literatura autobiográfica, centrada en este caso en las memorias, las autobiografías y este género que es el autoficción. Así, para citar solo algunas de las más relevantes, en la parte dedicada a las memorias y autobiografías  encontramos aportaciones sobre la obra fundacional de Michel de Montaigne, la edición memorialística de la Abadía de Montserrat, las características del escritor de memorias o las memorias —inducidas— de Pompeu Fabra. La sección dedicada a la autoficción se abre con un iluminador texto sobre la genealogía del concepto. Desde que Serge Doubrovsky dio en 1977 carta de naturalización a esta hibridación genuinamente posmoderna de la autobiografía y la ficción, su feliz fórmula no ha hecho sino ganar adeptos, hasta convertirse en un fecundo lugar de encuentro para los estudios de la literatura del yo. Completan este segundo apartado una serie de artículos que exploran este territorio casi virgen, haciendo parada en la obra de Ferran Torrent, Josep Lozano, Pere Gimferrer, Ignasi Mora o Empar Moliner, entre otros.