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978-84-16260-43-0
Novedad
Un llibre dels Pirineus
2017, 224 pp.
Traducció a càrrec de Heike Van Lawick i Neus Andreu
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Uno de los ensayistas más brillantes de la República de Weimar, Kurth Tucholsky (1890-1935) procedía de una família judía acomodada y empezó a escribir temprano. En la Primera Guerra Mundial participó haciendo trabajos de oficina. Con una breve excepción, se mantuvo distanciado de todos los partidos políticos para adoptar una perspectiva crítica desde la neutralidad. Una prosa clara y desacomplejada y una excelente puntería –sobre todo, contra una república de Weimar demasiado tibia, que mantuvo intacto al antiguo aparato militar y judicial- lo convierten en autor temido y admirado. En 1923, se trasladó a París como corresponsal de los periódicos Vossische Zeitung y Die Weltbühne, y como enviado de la sección alemana de la Ligue pour la Défense des Droits de l’Homme et du Citoyen. Instalado en Suecia desdel 1930, con la llegada del Tercero Reich en 1933, se quedó como exiliado, puesto que estaba acusado de judío, de izquierdas, pacifista y antialemán. Murióen 1935 por una sobredosis de barbitúricos. En catalán, hasta ahora solamente había aparecido una selección de sus ensayos periodísticos.
Establecido en París, en 1925 Tucholsky hizo un viaje de dos meses por las dos partes de los Pirineos. Recogió las impresiones en Ein Pyrenäenbuch, publicado en 1927 bajo el pseudónimo Peter Panter. Más cerca del ensayo literario y político que el tradicional libro de viajes, se ha comparado con Quadres de viatge, de Heinrich Heine, y con Viatge sentimental per França i Itàlia, de Laurence Sterne. Tucholsky opta por el relato subjetivo, personal. Parecido al viaje que hizo en el siglo XIX H.A. Taine, el recorrido va del oeste hacia el este, resiguiendo los Pirineos desde Baiona, pasando por Biarritz, Sant Joan de Peu de Port, Pau, Lorda, Andorra y otros lugares, y acaba en Albi, con un emotivo homenaje al pintor Toulouse-Lautrec. Del libro destaca el capítulo dedicado a Lorda, donde Tucholsky trata de coger aquel fenómeno religioso de masas desde ángulos diversos. En relatar las cuestiones burocráticas relacionadas con el paso de la frontera francoespañola, reprende el tema de la suspensión de la libre circulación de personas, con motivo de la Primera Guerra Mundial. Como Tucholsky atacaba el poder en todas sus manifestaciones, encontramos temas como el militarismo y la guerra, la administración de la justicia, la política y la sociedad, pero también la literatura. La ironía y el humor se encuentran en todo el libro. Reflexivo, ingenioso y entretenido a la vez, lo caracteriza la mezcla de formas y de estudios: al lado de textos de ensayos, hay descripciones de paisajes, pueblos o personas; también está el poema y la carta, notas eruditas y bromas sarcásticas. Es, pues, un libro representativo de la prosa del autor. Además, muchos de los temas que se comentan son aún –o vuelven a ser- de actualidad.
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