Escriure el desig. De ´La Celestina´a Maria-Mercè Marçal

2013, 248 pp.

Se dice que uno de los primeros sentidos de «desear» en latín era «dejar de contemplar las estrellas»; de aquí vino el sentido moral de «constatar la ausencia de algo» y, más tarde, la idea prospectiva de buscar lo que nos falta. Desde su inicio, tanto la literattura como el cine glorifican la fuerza del deseo como ley principal de la conducta humana y como medida para juzgar a las personas, fuera de toda norma social o moral. «Escriure el desig» analiza diversas representaciones literarias y cinematográficas de la tensión entre el yo y el otro fascinante o terrible, un impulso que se identifica con el deseo y se materializa de diversas maneras, desde el deseo de atravesar los límites que nos separan de este otro hasta poseerloo o de anularlo como a otro. El deseo no solo es portador de vida y de muerte, sino que además actúa de manera misteriosa y contradictoria. Este libro no tiene una pretensión exhaustiva y ni tan solo representativa de la historia literaria o incluso de la época contemporánea. Todos los textos leídos, sin embargo, coinciden en cuestionar una concepción del sujeto que lo define como una entidad estable, no exenta de tensiones y no obstante capaz de dominar las fuerzas que destruyen su unidad y coherencia, unas fuerzas que se resumen a menudo en la categoría del deseo. Algunos textos proponen implícitamente una nueva concepción del sujeto, más allá del conflicto entre el dominio y su pérdida fatal, y así abren la posibilidad de concebirlo de otra manera, cosa que implicaría renunciar a la ilusión de unidad y estabilidad.